La defensa de Marcela Cubillos ante la develación de su millonario sueldo es imposible de creer: que se trata de la libertad de mercado o de enseñanza, lo que fija un sueldo en el mayor nivel posible. La verdad es que no hay mercado que justifique un sueldo de este tipo, menos por una jornada parcial y sin investigación alguna.
Se trata, evidentemente, de un pago por una vinculación política, en afinidad con la dirección de esta casa de estudios en particular, la Universidad San Sebastián, como universidad de la derecha. Quizás en Chile esto nos parece natural a estas alturas –que existan universidades de derecha, o universidades para ciertos niveles socioeconómicos–, pero ello es bien difícil de explicar y entender más allá de nuestro contexto nacional.
Fuente: El Mostrador